Tal y como dijo el gran Nikola Tesla, “si quieres entender el universo funciona piensa en ENERGÍA , frecuencia y vibración”
La cultura occidental está basada en una concepción newtoniana, que ya se encuentra hoy muy cuestionada. La propia física cuántica, a través de las investigaciones sobre el átomo y la energía nuclear, demuestra que, en el nivel más ínfimo la materia es al mismo tiempo energía. Los científicos modernos han analizado el mundo con un grado increíble de sofisticación. El mundo material está dividido en partículas cada vez más pequeñas y, al final, lo que encontramos son ondas de energía (quads). Descubrimos la verdad simple de que la energía precede a la materia, pero atención las emociones y pensamientos preceden a la energía que generan por si mismos.
Esa visión del mundo de que todo lo que existe es energía, parece nueva en Occidente, pero es antiquísima en Oriente, donde existen técnicas milenarias que nos enseñan que la materia, efectivamente, se transforma y puede ser moldeada con la intervención de una energía mayor.
En una persona sana, la energía atraviesa libremente por nuestro cuerpo físico, fluyendo por “caminos” denominados según que cultura, chacras, meridianos energéticos y nadis. También esta energía vital rodea al campo energético que denominamos aura y que es imprescindible para la vida.
Esa fuerza energética nutre nuestros órganos y células, y regula las funciones vitales. En virtud de excesos físicos, emocionales, mentales y espirituales, liberamos energías que generan “bloqueos energéticos”, que interrumpen o impiden el flujo normal de la energía vital, originando una disfunción en los órganos y tejidos del cuerpo, lo que, en consecuencia, causa la enfermedad, debido al funcionamiento deficiente o el mal funcionamiento de los órganos y de las glándulas.
Terapias Energéticas
Centro de las llamadas terapias alternativas, las energéticas como el reiki y la bioingeniería o terapia cuántica, usan técnicas basadas en la aplicación de la energía con el objetivo de restaurar el equilibrio y la armonía física, mental, emocional y espiritual de la persona. Actúan reactivando la comunicación de los canales energéticos en el cuerpo físico y restaurando el flujo electromagnético entre las células, lo que revierte en un mayor bienestar a todos los niveles y proporciona la base para la integración armoniosa de cuerpo, mente y espíritu.
El terapeuta y las técnicas actúan como un canal para el flujo energético y un catalizador. No obstante, es el propio individuo quien tiene la capacidad de transformar su estado gracias a la nueva frecuencia, pudiendo restaurar un equilibrio duradero en su organismo a nivel integral.
La energía universal al pasar a través de la parte afectada de nuestro campo energético, eleva el nivel vibratorio dentro y fuera de nuestro cuerpo físico, donde se alojan sentimientos y pensamientos en forma de nódulos energéticos, que actúan como barreras para nuestro flujo normal de energía vital.
Son muchos los que conviven con esas barreras a lo largo de toda una vida, reduciendo al mínimo su calidad de vida. En una sesión la cantidad de energía recibida por el paciente está determinada por el propio paciente, toda vez que el terapeuta se limita a dirigir la energía y el proveedor (el Cosmos) la entrega de forma ilimitada.
Este tipo de técnicas son sumamente eficaces en tratamientos contra la depresión , ansiedad, insomnio, y superación de traumas entre otros problemas.
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